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martes, 15 de febrero de 2011

Endrino

Endrino    (Prunus spinosa)

Un amigo sabiendo que me interesaban los Endrinos, nos invito a pasar un fin de semana en su casa y de camino poderme traer un par de ellos.

La fecha elegida fue el puente de la Inmaculada, y cargamos el coche con los "arreos" de matar. El vive por la sierra de Córdoba y allí nos trasladamos.

Al día siguiente de llegar nos dispusimos a ir a su finca a ver los endrinos, yo tenia claro que había que evaluar seriamente.

Aquello se convirtió casi en  una romería, dos coches y casi toda la familia, nadie se quería perder, como se saca un árbol del campo , para sembrarlo en una maceta.

Al lugar llegamos por un camino de tierra, y aunque había endrinos en los dos margenes, lógicamente nos dirigimos a su terreno, que quedaba por debajo de la carretera.

Valore los potenciales de los que había y marcamos tres , dos que  yo me traería para casa y uno que ellos querían poner en el  jardín de su casa en el campo.





La historia sera de uno de los que me traje, justamente el que el tronco presentaba algo interesante a primera vista y el grosor del tronco también era interesante.




Una vez elegido , pasamos a eliminar toda la parte aérea "sobrante", y lo mejor es una buena     sierra de manos, eso si cortamos con la ayuda de levantar las ramas que caen sobre el terreno y que como saben pinchan un montón.




A poco que despejamos de hierbas el suelo, descubrimos que el árbol  era el camuflaje de una madriguera, suponemos que de conejos.




No dejamos desprotegidos a los conejos, porque cuando terminamos le "plantamos una serie de ramas, que le sirvieran de camuflaje.

Aunque al dueño del terreno no le hizo mucha gracia que defendiéramos a los conejos.





En esta imagen se ve el tronco ya sembrado en un barreños con  una tierra muy suelta, su poda correspondiente, e incluso se observa que hay brotes en algún que otro lado.

Seguiremos las peripecias de este Endrino.